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Existen varios factores que influyen de una manera determinante, a la hora de contratar a una empresa de cobros para gestionar una deuda.

RELACIÓN CON EL DEUDOR

Por un lado está la relación mantenida con el deudor, si esta viene de mucho tiempo atrás, suele ir en contra de tus intereses,  ya que te encontrarás con que tu cliente/amigo o familiar, posiblemente te haga chantaje emocional, es decir, se aferrará a la relación habida hasta la fecha, pidiendo más tiempo para pagar y ofreciendote todo tipo de promesas, que luego el tiempo se irá encargando de desbaratar.

En los casos en que la relación sea de poca antigüedad, no existe ese apego y suele costar menos tomar la decisión de encargar el cobro de la deuda.

CAPACIDAD FINANCIERA

Otro factor que influye de manera importante a la hora pasar a una deuda a gestión de cobro de morosos, es la capacidad financiera del acrredor. Si gozas de buena tesorería, suele ser menos urgente reclamar el importe de un impagado, porque  no se pone en riesgo la capacidad de afrontar tus obligaciones en el día a día. Sin embargo, la cosa cambia cuando no salen los números y tu tesorería se resiente, en ese caso, no existe margen para aguantar la situación y la supervivencia de tu economía, puede llegar a depender del cobro de aquellas deudas que hasta ahora han estado un poco olvidadas, o que te han ido pagando con retraso.

MIEDO A NO COBRAR

En muchas ocasiones, te llegarán noticias a través de terceros, sobre la situación financiera de un cliente o amigo, el cual por desgracia no está al corriente de pago contigo.

Como se suele decir en economía, "el dinero es miedoso" y en estos casos la célebre frase se hace más verdadera que nunca, pudiendo espolear la situación tranquila en la que dormía una factura, pagaré, préstamo, etc…. en el cajón de tu mesa. Cuando llegan noticias de que la empresa X  está devolviendo pagos, suele causar pánico entre sus acreedores, desatándose una batalla por llegar a ser de los primeros en cobrar.

Valorando estas situaciones, un gerente de empresa o responsable de riesgos  ( Risk Controller) debe mostrar su valía en la toma de decisiones y saber valorar en cada caso la conveniencia de esperar (evaluando el riesgo de ese cliente), o tomar la decisión de suspender la relación comercial con el mismo y dar orden de iniciar la gestión de cobro, en aras de mejorar la tesorería de la empresa.

Hay otros factores que pueden determinar la paciencia de una empresa a la hora de reclamar un impagado, antes hemos hablado de la capacidad financiera, bien, a tenor de la misma, debemos valorar que un impagado conlleva unos daños colaterales como suelen ser el  pago de impuestos sobre el importe declarado en la factura,  (IVA, Impuesto de Sociedades, IRPF) así como el pago por parte de la  empresa acreedora, de los artículos y/o materiales vendidos y no cobrados, todo ello con cargo a la tesorería del acreedor.

Basándonos en nuestra experiencia, recomendaríamos no esperar más de 30 días desde que se tiene conocimiento del impago, ese tiempo, es más que prudencial para que tu deudor busque una solución a su problema de tesorería. Más allá de ese plazo,  debes valorar que ese cliente moroso tendrá una situación económica precaria, y probablemente una lista de acreedores tras él, que también estarán sufriendo retraso en el pago de sus facturas, con lo cual, la situación se irá agravando conforme pase el tiempo y los acreedores se le vayan echando encima. 

No olvidemos, que hace ya muchos años dejaron de existir los problemas informáticos que alegaban por entonces los malos pagadores, cuando supuestamente enviaban una transferencia y esta nunca llegaba,  hoy día no existen excusas técnicas, gracias al avanzado mundo de la informática y las telecomunicaciones.

Desde Servicobro aconsejamos a todos nuestros clientes y por supuesto también a todas aquellas empresas y autónomos que nos siguen a través de los diferentes boletines informativos, redes sociales, blogs de noticias y foros de opinión, que analicen bien a cada cliente y que todo aquel  que no esté al corriente de pago y no pueda regularizar su situación en el plazo de 30 días, opten por iniciar la gestión externa  del cobro, es mejor sacrificar un porcentaje de la deuda , que no cobrar.

Ante la duda, es mejor reaccionar a tiempo, que llegar tarde.

En Servicobro hemos comprobado en diversas ocasiones, como una gestión de cobro iniciada a tiempo y llevada de manera diligente, puede resultar doblemente exitosa, por una parte, recuperando el importe de la deuda y por otra, manteniendo la relación con ese cliente moroso si interase,  al cual se le ha hecho entender la situación de manera cordial.

 ¡El tiempo corre en tu contra!. Cuanto más tardes en reaccionar y encargar la gestión de cobro de ese moroso, menos probabilidades tendrás de recuperar tu dinero, pues otros acreedores tomarán la iniciativa antes.

www.servicobro.com / https://servicobro-cobro-de-deudas.negocio.site/

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