Debido a la actual coyuntura económica, muchas empresas y autónomos estan viendo cómo la morosidad de sus clientes se ha incrementando por encima de lo habitual, lo cual les está generando en algunos casos problemas financieros y en otros, incluso poniendo en grave peligro la viabilidad de su propio negocio.
¿EFECTOS ECONÓMICOS DEL IMPAGO DE
UN CLIENTE?
Si nos atenemos a los costes de producción o de las materias primas empleadas y le sumamos los impuestos que gravan
cualquier operación mercantil que se facture (IVA mas % impuesto de sociedades o de IRPF), el resultado
puede ser una repercusión negativa en la tesorería de la propia empresa, del 35% al 75% del importe de la factura impagada.
Ejemplo: Si una empresa realiza una factura por importe de 3.000 € Iva inc. y esta resulta impagada, nos encontramos con la desagradable situación de tener
que abonar de nuestra propia tesorería el IVA declarado en la misma, en este caso 520,66
€.
A ello deberemos sumar, si somos una sociedad mercantil, el % del impuesto de sociedades que corresponda, pongamos en este caso el 25%, 619,83 € y si se trata de un autónomo, pues el 20% correspondiente a la declaración
trimestral de IRPF.
Resumiendo, que de cobrar 3.000 € en el caso de que nos abonasen la factura en cuestión,pasaríamos a tener una pérdida de 1.140,49 € (*) en el caso de una sociedad, y solo estamos hablando de los impuestos que gravan una operación mercantil, a ello deberíamos sumar el coste del producto (materiales y mano de obra de empleados, consumo de instalaciones, etc..) en la realización del trabajo, lo que generaría un balance desfavorable, como hemos comentado anteriormente, de hasta el 75% de la factura.
De los gastos y tiempo empleados en la gestión de cobro por el acreedor o sus empleados (llamadas, desplazamientos, cartas, burofax....) preferimos no pronunciarnos, para no hacer más negativo si cabe, el daño ocasionado por la situación de impago.
NUESTRO CONSEJO:
No espere a ser el próximo en cerrar un negocio como consecuencia de las deudas, ¡reclame cuanto antes!,su estabilidad económica puede verse afectada en el futuro.
(*) Al tratarse de un ejemplo sobre el efecto que genera un impagado a corto plazo, no se han tenido en cuenta los gastos repercutibles sobre la base imponible, ni la dotación por insolvencia.
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